¿Te duelen los pies cuando llevas un rato caminando? ¿Alguna vez se te ha vuelto una uña negra de los pies? ¿Te molesta la punta de los dedos en los zapatos?
Una de las cosas que repetimos a diario es calzarnos, y en la mayoría de las ocasiones no le prestamos atención ni le dedicamos el tiempo necesario para que los zapatos hagan correctamente todas sus funciones (protección, sujeción, estabilidad).
Las prisas del día a día, la pereza en sujetar los cordones y otras acciones relacionadas con este momento, pueden llevarnos que no llevemos puesto correctamente el calzado y puede ser el agravante de la aparición de ciertos dolores o molestias en los pies como agarrotamiento, dolor en la punta de los dedos, deformaciones de los dedos y/o dolor en la planta.
Tanto si usas o no plantillas ortopédicas, ir calzado correctamente te ayudará a evitar molestias en los pies, tendrás mejor estabilidad al andar y ayudarás a que el tratamiento de las plantillas sea mucho más efectivo.
Aunque calzarse parezca un acto sencillo, a muchos de nuestros nuevos clientes les explicamos cómo hacerlo para mejorar la experiencia con el calzado que compra.
Así que te dejamos un listado para el correcto calzado de tus zapatos.
Y lo hacemos porque esto también es salud para ti:
- Desabrocha los cordones y abre totalmente las carrilleras para facilitar la entrada del pie. En caso de que sea velcro, también debes desabrocharlo en su totalidad y abrir al máximo la apertura.
- ¿Utilizas plantilla ortopédica? colócala en el interior, retirando la existente, y comprueba que se encuentra bien colocada y lo más ajustada a la parte trasera del zapato.
En el caso de que la longitud de la plantilla sea más corta que el zapato, siempre debe quedar el espacio sobrante en la parte de la puntera ( este punto es básico) .
- Una vez tengas el pie en el interior, colócalo de forma inclinada apoyándote en el talón. De esta manera ubicas el pie de tal forma que se ajusta correctamente al contrafuerte del zapato y este cumple su función estabilizadora. En algunas ocasiones podemos realizar un pequeño golpe con el talón en el suelo para asegurarnos de la correcta posición del pie.
- En la posición inclinada del pie coloca la lengüeta adecuadamente sin que presente arrugas.
- No muevas el pie, para apretar los cordones en toda la longitud del empeine. En el caso del velcro, aprieta correctamente contra el empeine.
- En el caso de cordones realiza un nudo fuerte que no pueda desatarse. Y si lo que tienes son cordones elásticos desliza el estrangulador hasta notar el apriete correcto en la zona del empeine.
- Repite el proceso en el otro pie. Darte tiempo al momento de calzarte puede inclusive evitar accidentes innecesarios.
¿Cómo comprobar que estamos bien calzados?
Al terminar el proceso podemos verificar el correcto calzado cuando nos incorporamos y vemos que el zapato está correctamente sujeto a nuestro pie.
Una buena sujeción del calzado puede prevenir problemas de deformaciones de los dedos, ya que el zapato va sujeto al pie y no es el pie quien arrastra el zapato.
Cuando no llevamos bien sujeto el calzado, de forma inconsciente, el pie intentará sujetarlo con movimientos forzados de los dedos tipo garra a la hora de andar, correr, etc.

Si al momento de comprar el calzado has escogido la talla correcta y ancho adecuado, los dedos deben disponer de un espacio de entre 2-5mm hasta la punta del zapato y que los dedos se puedan mover libremente en el interior del zapato sin que notemos molestia alguna.
La comprobación de la talla debe realizarse siempre de pie, ya que así los pies cogen su máxima extensión.
En resumen:
Si vas calzado con tu talla correcta, con el ancho adecuado y con una buena sujeción, el éxito del calzado está asegurado. Te cuidas y proteges porque caminar bien, también es salud